Un proyecto de reforma integral en Zarautz de tan solo 32 metros cuadrados. Esta casa es el claro ejemplo de que en pocos metros cuadrados se pueden hacer grandes cambios.
La versatilidad de los espacios en una casa de tan solo 32 metros cuadrados es imprescindible. Por eso, esta zona salón-cocina de día, se convierte en habitación de noche gracias a la cama abatible. La cama cuando se cierra es un mural con la foto de sus antepasados, para darle personalidad y llenar la casa con su sello y personalidad.
Otro de los puntos más sorprendentes de este proyecto es que la ducha queda en la zona de día porque no entraba en el baño. La baldosa de la ducha es la misma del baño y gracias a esto une el estilo del baño con el de la ducha. Además, la baldosa baja desde la pared hasta el suelo, realizando una unión en forma de mosaico que integra la ducha en el espacio.